jueves, 8 de diciembre de 2011

¿Cagas en el curro? Porque quizás deberías.

¿Cagas en el curro?  Porque quizás deberías. (traducción de Do you poo at work? (Because Maybe You Should))

Tengo un buen amigo que una vez me confesó que solo cagaba en el trabajo. Me dijo que era el sueño americano ser pagado por plantar un pino. Mucha gente está perdiendo su puesto de trabajo, me dice, y el solo intenta aprovecharse de uno de los mayores placeres de la vida. Sentarse en el retrete en su oficina.

Me dice: "¿Por qué cagar en casa si alguien te paga si lo haces en el trabajo?"

Pensé que estaba loco hasta que empecé a odiar mi trabajo en recursos humanos e hice el experimento.

Así me fue, y por qué debes probarlo yú también:

Sólo cagaba en el trabajo, lo que requería afinar mis habilidades, ya que suelo viajar alrededor de un 50% del tiempo y soy un fiel defensor de defecar cuando la naturaleza llama a la puerta. Pero empecé a aguantarme hasta que estaba oficialmente dentro de los horarios de oficina.

Cuando estaba en la oficina, coordinaba mis "trabajos" personales con mi agenda. Cuando viajaba, siempre esperaba hasta llegar a la oficina local o al lugar de reunión de empresa para quedarme a gusto.

Debo admitir que la gente que no me conocía no recibía bien este experimento, pero este pequeño acto de resistencia llenaba de color mi gris jornada. No podía ganar más dinero o hacer que mi jefe implementase la eficiencia de la empresa, pero si tomarme unos minutos de paz al día.

Cagando contra marea

Hago esta confesión porque tu empresa está gastando una cantidad salvaje en asesores que afirman poder implementar la moral de los empleados en medio de esta crisis económica.

En vez de gastarse tanto en tonterías del estilo, chequeos médicos, cursos y actividades para que sus empleados sonrían y se lleven bien en el trabajo en los que gurús te preguntan ¿tiene usted un mejor amigo en el trabajo?

Es demencial e insultante que a uno le pregunten si está a gusto en el trabajo. Si eres como la mayoría de personas, estarás agradecido por tener un trabajo, pero lidias por miedo a perderlo debido a la precariedad. Te levantas por la mañana, llevas a tus hijos, y sólo si tienes suerte puedes cagar a gusto.

Más aún, estás harto de que te interrumpan supervisores de tres al cuarto con ordenes que no sirven para nada a largo plazo. ¿Por qué no te dejan volver a tu puesto para seguir trabajando y hacer dinero?

Rebélate

Si estás cansado de tanta irresponsabilidad e hipocresía corporativa y quieres sentirte mejor, te sugiero que sigas mi ejemplo y cagues en el tajo.

Te diré como funciona. ¿Cagas sólo en el trabajo? ¿Vas alguna vez a trabajar? Deja un comentario y cuentanos tu experiencia.

Laurie Ruettimann es una escritora y blogera de  Punk Rock Human Resources.

No hay comentarios:

Publicar un comentario